¿Cuántas veces habéis oído la expresión “se llevan como el perro y el gato”?
¿Muchas, ¿verdad? Este dicho popular nos da a entender que se llevan a rabiar y la verdad es que no es así, o por lo menos las mayorías de las veces. Es más un mito que una realidad.
Tanto los perros como los gatos son animales sociables que pueden convivir en casa ¡eso sí! Si no están acostumbrados a hacerlo desde cachorros, necesitarán un periodo de adaptación ya que al ser dos especies diferentes, viven y se relacionan de manera distinta y juntarlos no siempre resulta ser tarea fácil.
Pasos a seguir para una buena adaptación
Si tenemos claro que queremos un nuevo compañero para nuestra mascota hay que conocer bien qué debemos hacer antes para que la adaptación sea lo más fácil posible para ambos. Comentamos algunas claves que nos dan desde Muy Interesante:
- Preséntalos en la etapa de socialización: si los presentas desde que son cachorros, estarás favoreciendo que se vean como especies amigas de forma natural.
- También puedes hacer las presentaciones a través del olfato: Ambas especies tienen un sentido del olfato muy desarrollado. Para ello puedes mostrarle algún juguete del otro, esto te permitirá observar su lenguaje corporal y reconocer que sienten el uno por el otro.
- Prepara el ambiente para su llegada: a cada especie le gusta una cosa diferente, lo que sí tenemos claro es que ambos necesitarán una cama y la ideal para estos casos es nuestro Tatami Koda.
- Pon orden y rutinas: si observas a tus mascotas te darás cuenta de que son capaces de comunicarse y entenderse. Por ser el cabeza de familia deberás imponer tus normas y rutinas para velar por una convivencia tranquila.
- Protégelos a ambos. Es igual de importante que mantengas una prevención sanitaria tanto en uno como en otro y los desparasites.
Con estos tips será más fácil la adaptación entre ambas especies, eso sí, durante este periodo también es importante tener en cuenta que pueden surgir algunos problemas. Los más típicos son los siguientes:
- El perro se come la comida del gato. En estos casos, se recomienda colocar la comida en altura, donde solo llegue el gato.
- El perro estresa al gato o el gato incordia al perro.
- El perro puede llegar a comerse la caca del gato. Lo habitual es colocar el arenero en un lugar inaccesible para el perro o asegurar la limpieza de este después de su uso.
En resumen, hay que tener en cuenta que hay muchos factores que afectan a la convivencia cuando se tiene más de una mascota en casa, y sobre todo ser conscientes de los cuidados que necesitarán y deberemos proporcionarles tanto a uno como a otro.
